¿Desconocimiento u olvido de las
contribuciones de los migrantes a los Estados Unidos ?
El 5 de noviembre de este año se celebrarán las elecciones generales para elegir al presidente de los Estados Unidos. Los temas centrales de conversación, discusión y controversias, durante este periodo electoral han estado asociados con lo económico, lo sanitario; lo ambiental, los Derechos Sociales, el control de armas y la inmigración internacional, tema que polariza tanto a la sociedad norteamericana como a la clase política, sin tomar en consideración que esta nación ha sido creada con el auxilio de importantes volúmenes de población migrante.
La historia de Estados Unidos ha estado profundamente influenciada por más de 11 olas de inmigrantes extranjeros que han realizado importantes aportes en la formación y evolución de la identidad nacional, la economía y la sociedad. Desde los tiempos de la colonización hasta el presente, cada período ha visto una nueva ola de inmigrantes que han aportado su propia cultura, habilidades, y aspiraciones, contribuyendo a la rica diversidad y complejidad del tejido social estadounidense.
La historia migratoria internacional observada en los Estados Unidos permite señalar que en cada ola o corriente migratoria afloran aspectos de inclusión, apertura y de conflicto y tensión. Las diversas corrientes migratorias que han llegado a suelo norteamericano han sido un agente vital y una fuerza dinámica para formar el carácter y el presente de esta nación, como por ejemplo las corrientes migratorias desde Inglaterra, Escocia, Irlanda, Alemania y los Países Bajos durante 1607 - 1776 a los Estados Unidos que colaboraron con los trabajos fundacionales para la creación de las primeras 13 colonias.
De 1776 a 1865, luego de la Declaración de Independencia, Estados Unidos continúo recibiendo inmigrantes europeos, procedentes de Alemania e Irlanda, que contribuyeron con la expansión territorial y el desarrollo económico de la época. Entre los años de 1820 a 1860, explicado por la entrada de migrantes, aumentó la población de los Estados Unidos de 5 millones de habitantes a 31,4 millones habitantes.
La expansión territorial norteamericana fue un proceso complejo y de gran alcance que se desarrolló a lo largo del siglo XIX, motivado por diversos factores, entre ellos: (1) la búsqueda de nuevas tierras motivado al deseo de expansión de algunos grupos que necesitaba espacio para la agricultura y la ganadería. (2) El descubrimiento de importantes recursos naturales como oro, plata y madera en el oeste, además, de la publicación de la Ley Homestead (1862) que promovió la migración hacia el oeste, ofreciendo tierras gratuitas a los colonos que se comprometían a vivir en ellas y cultivarlas durante cinco años. Esto atrajo a miles de personas, especialmente de Europa, que buscaban una nueva vida en Estados Unidos. (3) Por su parte, el Destino Manifiesto (Manifest Destiny, 1845) señaló que los Estados Unidos estaba destinado por Dios a expandirse por todo el continente norteamericano, desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico, justificando de esa manera la conquista de nuevos territorios, a menudo a expensas de la población indígena, y legitimó la idea de que los anglosajones eran una raza superior y que tenían derecho a conquistar las tierras de los nativos americanos.
Los Estados Unidos, también, ha tenido una migración de carácter forzada, traída al país, tipificada como mano de obra esclava que provenía de África. Esta migración jugó un papel crucial en la economía agrícola del sur y en la formación de la cultura estadounidense, asentándose mayoritariamente en el Sureste.
En el período de 1865 a 1945 llegaron al país más de 35 millones de migrantes, especialmente del Sur de Europa: de Italia, Polonia y Rusia y de Asia; cifras explicables por el auge de la industrialización y la expansión territorial que incorporó a Alaska y Hawái.
Desde 1945 hasta el presente, período caracterizado por el enfrentamiento de la Guerra Fría, el boom económico, movimientos sociales significativos y la globalización, así como conflictos en Corea, Vietnam, Afganistán e Irak, más de 100 millones de inmigrantes han llegado a Estados Unidos, reflejando una diversificación en su procedencia, con un aumento notable de la inmigración de Asia.
Las distintas olas migratorias han marcado épocas específicas de la historia estadounidense, cada una reflejando las circunstancias globales y nacionales de su tiempo. La llegada masiva de inmigrantes europeos en el siglo XIX, por ejemplo, fue estimulada por la búsqueda de oportunidades económicas y la huida de conflictos políticos y religiosos en sus países de origen. Es pertinente recordar que estos flujos migratorios han traído o aportado nuevas tecnologías agrícolas y comerciales; por ejemplo, los inmigrantes irlandeses y alemanes contribuyeron a la construcción de ferrocarriles y canales, los inmigrantes italianos y judíos fundaron importantes empresas en el sector textil y financiero,
Recientemente, las olas de inmigrantes latinoamericanos y asiáticos han llegado como consecuencia de diversos conflictos y desastres naturales ocurridos en sus países de origen; estos migrantes que actualmente enfrentan cambios en las políticas migratorias vigentes en este país son una fuerza laboral importante para sectores como la agricultura, la construcción y la tecnología.
Con este recuento he pretendido poner de relevancia las contribuciones de las distintas olas de migrantes quienes además de asimilarse al país han compartido sus capacidades, conocimientos y experiencias para impulsar su bienestar y desarrollo, temas que también deberían ser considerados en el debate electoral. Once flujos migratorios que han ayudado a este país a ser grande.
¿Será que estos aportes desaparecen por el desconocimiento u el olvido?