Desinformación y Migración en la Era Digital:
Cómo los medios, redes y personajes influyentes modelan
nuestra percepción y política sobre la migración internacional
El Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se estructura en dos partes principales: la primera parte presenta una visión general sobre la migración, los migrantes y refugiados, entre otras movilidades humanas, con especial énfasis en sus características y los problemas que enfrentan regionalmente, apoyándose en fuentes de información producto de investigaciones, aportes y reflexiones de investigadores y analistas vinculados a diversas universidades, grupos de trabajo privados y a organismos de las Naciones Unidas.
La segunda parte, del Informe, se centra en lo ocurrido, a nivel mundial, a partir de la aparición del COVID-19 y su impacto, abarcando un temario que incluye: (i) la paz y la seguridad como factores de estabilidad, desarrollo y de una migración segura; (ii) la migración internacional como una opción de crecimiento y desarrollo personal y laboral; (iii) la desinformación sobre la migración y las nuevas formas de operar en un mundo digitalizado; (iv) la migración y la evolución lenta del cambio climático; (v) trata de personas en las rutas migratorias; (vi) la Inteligencia Artificial, la migración y sus repercusiones en las políticas y prácticas migratorias.
La Desinformación sobre Migración
El Informe señala que se ha de entender La Desinformación sobre Migración como” …aquella información falsa que se crea y difunde con la intención de engañar al público para obtener un beneficio financiero, político o social.” (2022:226); en tanto que “La información errónea o incorrecta es información falsa que se comparte sin intención de engañar.” (2022:226-227).
Tanto la desinformación como la información errónea podrían estar influenciado la sociedad, la política, los medios de comunicación y la tecnología, emergiendo con una capacidad imponderable para dañar o limitar los migrantes y la migración. Puede comprobarse que la desinformación ha explotado prejuicios existentes y utilizado plataformas de comunicación influyentes. Por ejemplo, en el ámbito político encontramos líderes que han normalizado la desinformación sobre los flujos migratorios vinculándolos con situaciones económicas y sociales negativas producidas por los migrantes.
Por otra parte, los medios de comunicación, en ocasiones, impulsan la desinformación dando así una cobertura negativa y sesgada que suele propiciar actitudes hostiles y obsesionadas, en la población, hacia lo foráneo. También, los medios de comunicación pueden accionar unas postura pro información oportuna, fiable y verificable. De esta manera, encontramos dos posiciones compartida por los medios de comunicación y otros actores: una relacionada con un recibimiento de bienvenida a las poblaciones extranjeras migrantes y la otra exhibiendo una conducta de rechazo, en un contexto hostil, con la llegada de esos migrantes.
El cuadro anterior nos está señalando que la migración internacional es un fenómeno complejo, del cual a partir de mal interpretaciones se crean diversos mitos, como por ejemplo la creencia de que los refugiados y migrantes son mayoritariamente hombres jóvenes, cuando existe evidencia de que mujeres, niños y adultos mayores, también migran. De la misma manera, hay quienes afirman que los migrantes son una carga para el país y la sociedad, desconociendo sus aportes a las economías y sociedad de los países de acogida.
A partir de estos mitos y realidades que se señalan en el cuadro adjunto se producen los sesgos y anclajes cognitivos que distorsionan la comprensión de la migración internacional, produciendo juicios y actitudes basadas en información incorrecta o incompleta. Estos sesgos pueden llevar a diversos estereotipos en un contexto de los conflictos armados, a la percepción o concepción de ver los migrantes como una carga y no como una posible fortaleza para los países de acogida. Con relación a los desastres naturales y políticos, se tiende a subestimar la resiliencia de las comunidades afectadas y a exagerar las expectativas de retorno. La búsqueda de refugio o los desplazamientos que ocurren por persecución política o por efectos del cambio climático se consideran fenómenos aislados o improbables. Las crisis en el ámbito de la salud pública son mal interpretadas cuando se enfoca solo sus aspectos más visibles o se les considera problemas puramente locales. Estos y otros sesgos cognitivos indican que la temática migratoria debe abordarse desde una perspectiva informada y verificada de modo de contrarrestar la desinformación y la interpretación errónea.
¡Hasta la próxima semana!